Cefalea Tensional
Se denomina cefalea tensional a aquella cuyo origen es el espasmo muscular de la musculatura cervical y nucal.
Las cefaleas tensionales son una de las formas más comunes de dolores de cabeza y pueden ocurrir a cualquier edad, aunque es más común entre los adultos y los adolescentes.
Las cefaleas tensionales son una de las formas más comunes de dolores de cabeza y pueden ocurrir a cualquier edad, aunque es más común entre los adultos y los adolescentes.
La cefalea tensional se caracteriza por un dolor continuo, no pulsátil, que puede ser generalizado o de recorrido similar a una banda que abarca la nuca y el cuello.

Causas
Cualquier actividad que obligue a la cabeza a mantener una sola posición
durante mucho tiempo sin moverse puede ocasionar sobrecarga de la musculatura cervical y cefalea asociada. En muchos
casos la causa primaria se encuentra en una alteración postural derivada de las actividades de la vida diaria como
conducir, trabajar frente a un ordenador o realizar actividades repetitivas que obliguen a una inclinación hacia delante y/o a coger pesos.
Entre otras
posibles causas se encuentran los traumatismos (esguince cervical), problemas
viscerales (hígado), alteraciones mandibulares o el estrés emocional.
La ingesta
prolongada de medicamentos para aliviar el dolor pueden acabar agravando el
problema al sobrecargar el hígado, lo cual prolongará y agravará los episodios
de dolor.
Tratamiento
Las técnicas
de Fisioterapia como la manipulación, estiramiento, técnicas musculares
inhibitorias, tratamiento visceral y arterial contribuyen a aliviar los
síntomas y atajar el origen del problema.
El ejercicio terapéutico es una herramienta terapéutica y preventiva muy eficaz en este tipo de dolores.
Recomendaciones
- Si tu trabajo te obliga a permanecer mucho tiempo en sedestación, levántate cada dos horas y realiza estiramientos cervicales bajo el asesoramiento de un profesional.
- Organiza tu espacio de trabajo de forma que permita a tu columna permanecer en una posición erguida y evitando mantener la flexión, inclinación o rotación de cuello durante un tiempo prolongado.
- Evita malas posturas como sentarte con la espalda encorvada y los pies en alto.
- No abuses de los analgésicos cuando estos no alivian el dolor y los episodios son muy frecuentes.
- Cuida la alimentación y evita el alcohol, la cafeína y el tabaco.
- Realizar actividad física a diario. Evitar la sobrecarga por desacondicionamiento de la musculatura encargada del control cervical.
- Revisa tu vista. Las alteraciones de la visión favorecen la adquisición de vicios posturales que pueden agravar y perpetuar la sintomatología.
- En caso de detectar bruxismo nocturno (desgaste dental, dolor en la mandíbula, dificultades para abrir/cerrar la boca) consulta a tu odontólogo. Las férulas de descarga nocturna pueden ayudar en este tipo de casos.
- Consulta a tu fisioterapeuta para conocer los ejercicios más indicados en este tipo de patología.
- Adquiere hábitos de sueño saludables, el descanso inadecuado puede ser el factor desencadenante de los dolores.
Rodrigo
Teixeira Goas
Fisioterapeuta del centro deportivo Forus Coslada